miércoles, 23 de noviembre de 2011

Champiñones al ajillo

Hoy nos damos de nuevo un garbeo por las calles más estrechas y céntricas de Madrid, que al final siempre nos conducen a esos bares y tasquitas que hacen de sus tapas una identidad propia que conforma la gastronomía de las entrañas de la capital, en la que se fríen torreznos, calamares y por supuesto se resopla de placer con las patatas bravas.

Punto rico de picor nos llega también de los deliciosos champiñones al ajillo, con los que inevitablemente nos trasladamos a mediodías de vermuts cerveceros, a tardes de mesa de taberna con champis como aperitivo, tardes que se terminaban enganchando con la noche, en fin... salados y alegres recuerdos.

Por eso es momento de hacerlos protagonistas de nuestro/vuestro blog y presentarlos en la mesa ansiosos de que nuestra memoria gastronómica (que existir existe) nos consiga agradar aun más la velada.







INGREDIENTES: (para 2-3 personas)

- 300 gramos de champiñones frescos
- 3 dientes de ajo
- 50 gramos de jamón ibérico
- 2 cayenas
- 1 cucharada de perejil picado
- 4 cucharadas soperas de aceite de oliva
- 1 chorrito de vino blanco
- Sal












Cuchillo en mano, nuestro primer paso será picar el ajo y cortar el jamón en trozos pequeños. Los champiñones los filetearemos habiendo eliminado previamente el final del tallo que para mi gusto es demasiado duro y seco. Por cierto, si la etiqueta del envase indica que provienen de Autol (La Rioja) o alrededores, tendréis asegurada una excelente calidad (y no soy de la zona eh).

En una sartén grandecita con 4  cucharadas de aceite de oliva vamos a sofreir el ajo picado y las dos cayenas enteras ( quizás con una bastaría, lo dejo a vuestra elección).

A los cinco minutos más o menos añadiremos los champiñones cortados y rectificaremos de sal. Podemos entonces cocinar todo el conjunto a fuego medio fuerte ya que los champiñones sueltan bastante agua al cocinarse y no habrá peligro de que se quemen en el intento.

Cuando veamos que ya están casi hechos (se habrá evaporado casi todo el agua y quedará solo el aceite, unos 15 minutos) subiremos aun más el fuego y volcaremos un chorrito de vino blanco sin dejar de remover todo para que se evapore el alcohol.




Ya solo falta añadir el jamón y el perejil, guisar durante unos minutos a fuego ya normal y servir en la mesa. En el caso de vegetarianos, ya sabéis, ahorraos el jamón.

Totalmente recomendable para un aperitivo dominguero en casa, que aunque no es un bar se está estupendamente.


Juaki

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